España ganó la Eurocopa y fui testigo de algo realmente hermoso: la unión de las personas con una misma intención. Durante el partido y al final del mismo, vi cómo una multitud de corazones latían al unísono, impulsados por el deseo común de ver a nuestra selección ganar y celebrar juntos ese logro. Esta visión de unidad y fuerza compartida me hizo reflexionar profundamente.
Como profesora de yoga, encuentro una poderosa enseñanza en este acontecimiento. El yoga, en su esencia, es unión. Unión de cuerpo, mente y alma, unión de la humanidad con la naturaleza, unión de unos con otros… La energía que se libera cuando nos unimos con una intención común es inmensa y transformadora.
Imaginemos por un momento si esa misma fuerza, esa misma pasión y determinación se dirigiera hacia otros objetivos que también necesitan nuestra atención y cuidado: el cuidado del planeta, el apoyo a las personas que nos rodean, el fomento del amor y la compasión.
La filosofía del yoga nos enseña que cada uno de nosotros tiene un papel crucial en la creación de un mundo mejor. A través de la práctica de yoga, cultivamos la paz interior, la empatía y la conciencia, herramientas que podemos usar para construir un entorno más armonioso y sostenible.
No se trata de dejar de disfrutar del fútbol o de cualquier otra actividad que nos apasione, sino de darnos cuenta del poder que tenemos cuando nos unimos y de dirigir parte de esa energía hacia causas que beneficien a todos y a la Tierra.
Hoy, invito a todos a reflexionar sobre cómo podemos utilizar la fuerza de la unión que experimentamos ayer para hacer el bien en nuestro día a día. Cada pequeño gesto cuenta. La misma pasión que sentimos por el deporte puede ser el motor de un cambio positivo y significativo en el mundo.
Namasté.
#Launionhacelafuerza
#MasYoganecesitaelmundo